Si los gatos arañan superficies como los muebles es un comportamiento normal. No obstante, un nuevo estudio explica por qué algunos son más destructivos que otros. Y no, no es solo que te están molestando con sus formas desvergonzadas.
De acuerdo con la investigadora veterinaria Yasemin Salgirli Demi̇rbas, de la Universidad de Ankara (Turquía), la investigación mostró que factores como la presencia de niños en casa, los rasgos de personalidad de los gatos y sus niveles de actividad influyen significativamente en el grado de comportamiento de rascado.
Un comportamiento saludable
Es importante proporcionarles a los gatos superficies donde puedan rascarse, ya que esta actividad mantiene sus garras afiladas y evita que crezcan demasiado y provoquen problemas de salud. Las superficies rascadas también actúan como un marcador territorial, lo que permite a los gatos comunicarse con sus compañeros felinos.
Sin embargo, aquí está el catch: cuanto más frustrado esté el dueño porque el gato destroza su costoso sofá de cuero, más probabilidades hay de que el gato arañe como respuesta a la mayor tensión social, según Salgirli Demi̇rbas y sus colegas de Portugal, Canadá y Francia que también participaron en el estudio.
Los investigadores encuestaron a más de 1200 dueños de gatos (todos ellos tenían un solo gato) y descubrieron que el estrés es la principal causa del rascado excesivo en los gatos domésticos. Si bien los datos informados por los propios dueños son propensos a sesgos, encontraron una fuerte asociación.
«Vemos un vínculo claro entre ciertos factores ambientales y de comportamiento y un mayor comportamiento de rascado en los gatos», afirma Salgirli Demirbas.
«En concreto, la presencia de niños en el hogar, así como los altos niveles de juego y actividad nocturna, contribuyen significativamente a un mayor número de rascados. Los gatos descritos como agresivos o disruptivos también mostraron niveles más elevados de rascado».

¿Qué hacer entonces cuando los gatos arañan los muebles y otras superficies?
Esto nos dice cómo podemos trabajar con nuestros gatos para alterar su comportamiento, según los especialistas.
«Ofrecer escondites seguros, puntos de observación elevados y amplias oportunidades de juego puede ayudar a aliviar el estrés y hacer que el gato participe en actividades más constructivas», aconseja Salgirli Demirba.
Por lo tanto, si su gato rasca donde no debería, es importante utilizar estrategias de refuerzo positivo y evitar tácticas que puedan exacerbar el estrés del gato. Las tácticas positivas incluyen proporcionar una superficie alternativa para rascar, cerca de la zona elegida por el gato.
Los gatos suelen rascar en zonas socialmente significativas, probablemente como una forma de expresar su estado emocional, por lo que la ubicación de su rascador sí les importa.
También es fundamental jugar con tu compañero felino de una manera que le resulte cómoda. Los investigadores sospechan que los gatos que jugaban durante períodos prolongados eran más propensos a rascarse con más frecuencia, posiblemente por el estrés de estar sobreestimulados.
«Promover sesiones de juego interactivo breves y regulares, junto con ofrecer juguetes adecuados, puede aliviar el estrés y, en consecuencia, reducir el comportamiento de rascado indeseable», recomienda el equipo en su artículo.
Los gatos son criaturas muy particulares. Tienen preferencias marcadas sobre muchas cosas, incluida la forma en que los acariciamos. Intentar identificar un factor estresante específico detrás de la respuesta de rasguño de su gato podría ayudarlo a determinar cómo mitigar el comportamiento problemático.
«Comprender las motivaciones emocionales subyacentes del comportamiento de rascado, como la frustración, que parecen estar vinculadas a rasgos de personalidad y factores ambientales, permite a los cuidadores abordar estas cuestiones directamente», afirma Salgirli Demirbas.
Continúa leyendo: Cinco hacks para iluminación en espacios exteriores
Síguenos en nuestras redes sociales y se parte de nuestra comunidad