El uso constante de las toallas de baño significa que eventualmente se desgastan, así sean de buena calidad o se laven correctamente y debas reemplazar.
A pesar de que podemos prolongar la vida útil de las toallas, siempre llegará ese momento en que estén demasiado gastadas para ser cómodas de usar, o simplemente sean antihigiénicas, advierten los expertos en lavandería y los dermatólogos de H&G.
Estas son algunas señales de que necesitas reemplazar tus toallas de baño:
Siempre huelen a humedad
Si intentas que las toallas huelan frescas pero tienen un aroma a humedad persistente, es una señal de que las bacterias y el moho se han instalado en las fibras.
Esto sucede cuando las toallas no se secan por completo entre usos, lo que proporciona un caldo de cultivo para las bacterias. El uso de este tipo de toallas puede provocar infecciones cutáneas o agravar afecciones como el acné y el eczema.
A veces, esto se puede prevenir si se sabe con qué frecuencia hay que lavar las toallas y se asegura de colgarlas para que se sequen por completo entre usos. Esto también ayudará a eliminar el olor a humedad del baño.
Ya no absorben igual
Las toallas que no son absorbentes no son muy prácticas y es una señal inequívoca de que necesita unas nuevas.
Estas pierden su capacidad de absorción por varias razones, como la acumulación de detergentes y suavizantes de telas. Estos productos pueden dejar residuos en las fibras, creando una barrera que impide que la toalla absorba agua, de acuerdo con una de las especialistas consultadas por H&G.
Para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro, no uses suavizante de telas en las toallas y lávalas por separado de tu ropa para evitar dañar las fibras. Puedes lavar las toallas con vinagre para ayudar a suavizarlas.
Muestran desgaste visible
Una de las señales más obvias de que necesitas reemplazar tus toallas es el daño físico. Cualquier cosa, desde bordes deshilachados, tela delgada y agujeros visibles, son indicadores claros de que sus toallas han pasado su mejor momento.
Si bien cualquier toalla eventualmente mostrará signos de desgaste, puedes prolongar su vida si inviertes en toallas de calidad y aprendes a almacenarlas para mantenerlas suaves y evitar daños adicionales entre usos.
Se han desteñido o se han formado costras
A medida que las toallas envejecen, pueden comenzar a verse sucias o cambiar de color, incluso después de un lavado. Sin embargo, aún se puede usar como paño de limpieza en su lugar. Además del color, las toallas pueden comenzar a sentirse ásperas.
Las fibras de algodón se vuelven más frágiles y se rompen con el lavado y secado repetidos. Este proceso se acelera si usas calor alto para secar tus toallas de algodón.
Las toallas de microfibra se volverán más rígidas y comenzarán a perder su capacidad de absorber la humedad con el tiempo, mientras que las toallas de lino son las más duraderas, pero absorben menos la humedad con los lavados repetidos.
Finalmente, ten en cuenta que, aunque existen formas de hacer que las toallas vuelvan a estar suaves, a veces es más eficiente simplemente renovarlas y usarlas para limpiar, hacer bricolaje o para las mascotas.
No dejes de leer: Estas son las tendencias nórdicas de cocina para 2025