Las luces LED ofrecen un menor consumo de energía e incluso funciones inteligentes, representando un gran avance frente a las bombillas incandescentes, pero en ocasiones duran menos de lo que sus usuarios esperan.
El sitio web especializado CNET preguntó a fabricantes y expertos qué hay realmente detrás de estas muertes prematuras de las luces LED. Estos fueron los principales motivos:
Razones por qué las luces LED duran menos de lo que afirman sus especificaciones
La vida útil de las luces LED es un promedio general, no una promesa
Las cifras que ves en la caja no siempre se cumplen en la vida real. Las bombillas LED duran más, pero esas afirmaciones de entre cinco y diez años son estimaciones basadas en pruebas internas, y las empresas siempre buscan maneras de presentar sus bombillas con la mejor luz posible.
Entonces, si el empaque dice que la bombilla dura siete años, significa que las pruebas arrojaron un promedio de siete años, y no siempre se conocen los cálculos para obtener ese resultado.
Además, las empresas pueden usar un lenguaje más sutil, como «hasta siete años», lo que significa que probablemente priorizan seriamente las bombillas de mayor rendimiento en sus pruebas, lo que aumenta la probabilidad de que se queden cortas.
Por otra parte, no olvides consultar los detalles de las bombillas LED para saber cómo define el fabricante un solo día de uso en estos cálculos anuales (si es que lo indica). Algunas empresas utilizan un valor más preciso de seis a ocho horas de uso por día. Otras pueden usar de dos a tres horas de uso para inflar considerablemente sus cifras de vida útil.
Los controladores LED se sobrecalientan y fallan
Es muy poco probable que el LED, o diodo emisor de luz, falle y, si falla, se apaga lentamente a lo largo de los años. En cambio, son los demás componentes eléctricos los que fallan y cortan la luz de la bombilla.
Las bombillas LED utilizan corriente continua (CC), lo que requiere un convertidor y controladores para cambiar de la corriente alterna estándar en los hogares.
Esto significa que dentro de cada bombilla LED hay pequeños componentes de circuito, y sus puntos de contacto soldados, que son mucho más vulnerables que el propio diodo. De hecho, investigaciones afirman que los delicados puntos de soldadura son más propensos a fallar en condiciones adversas.
El calor, en particular, puede provocar que estos componentes se rompan rápidamente, por lo que instalar una bombilla LED en un rincón caluroso de la casa o en un enchufe profundo con poca ventilación puede provocar que las luces se apaguen mucho antes de lo esperado.
Puedes ayudar a prevenir estos problemas buscando bombillas LED con disipadores de calor de aluminio resistentes.Pero ten presente que, en última instancia, estas luces no funcionarán igual en condiciones de calor intenso.
La energía eléctrica de tu hogar podría no ser «limpia»
En términos de red eléctrica, la energía limpia es constante y fiable, con una corriente alterna muy precisa y pocos picos de amperaje inesperados. Pero no toda la electricidad es así. Dependiendo de la infraestructura eléctrica cercana a su hogar, su energía podría ser más contaminante, con pequeños picos de potencia y otros problemas.
Los convertidores de bombillas LED deben gestionar todas esas pequeñas discrepancias, que pueden desgastarlas rápidamente y provocar un sobrecalentamiento. Si pierdes bombillas con frecuencia en casa sin motivo aparente, podrías tener una fuente de alimentación sucia.
Los enchufes pueden ser viejos o la instalación deficiente
Incluso si tu electricidad es limpia, una mala instalación podría tener los mismos efectos que la energía sucia. Los enchufes viejos y sucios no transfieren la electricidad con la misma fluidez, lo que puede causar problemas de quemado.
Además, enroscar una bombilla LED demasiado floja o demasiado apretada también puede causar problemas. Para obtener los mejores resultados, intenta una instalación firme pero cuidadosa en un enchufe limpio.
La casa puede tener mucha humedad
La humedad se combina con el calor para desgastar los componentes eléctricos de los LED aún más rápido. Si vives en una zona con alto contenido de humedad en el aire interior, es probable que las bombillas LED duren menos.
Las bombillas LED y los reguladores de intensidad antiguos no se llevan bien
Muchas bombillas LED se pueden atenuar, pero eso no significa que funcionen bien con reguladores de intensidad antiguos, ya que están diseñados para funcionar con bombillas incandescentes de alta potencia. No saben qué hacer con los LED de bajo voltaje, lo que provoca problemas de quemado.
Puedes instalar un regulador de intensidad LED o elegir una bombilla LED inteligente con funciones de atenuación automática que puedas controlar mediante una aplicación, en lugar de depender de los reguladores tradicionales.
Los problemas de control de calidad pueden ser un factor
Finalmente, la calidad de fabricación de las luces LED puede hacer que duren menos. Muchos fabricantes tienen diodos útiles, pero intentan ahorrar dinero en controladores y convertidores baratos, así como en técnicas de montaje deficientes, lo cual es una de las principales causas de fallos prematuros.
Al elegir una bombilla LED, es mejor optar por marcas reconocidas y fiables, incluso si tienes que pagar un poco más.
Información de CNET / Redacción Tu Espacio
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